martes, 27 de diciembre de 2022

A una madre

Hoy cumple 87 años; casi nada. No sabía que escribirle, como tantas veces, porque las emociones superan casi siempre a las palabras y a uno le cuesta verbalizar los sentimientos. Pero me acordé que le había dedicado un poemilla cuando cumplió los 80, en 2015, que dormía olvidado en una hoja de papel. Así que lo rescato ahora; y para que no parezca extemporáneo (aunque para sus allegados ha de ser intemporal) hago ajustes en dos versos para ‘actualizarlo’.


A MAMÁ

En día tan señalado
se confunden en el alma
la alegría y la tristeza
sin saber qué es lo que pasa,
porque sin darnos ni cuenta
los años pasan y pasan.
De esposa a madre y a abuela...,
bisabuela, además, ¡vaya!;
pero sigues siendo joven,
sin negar que el tiempo daña.
Nos alegras cuando muestras
sonriente la mirada.

Como dice la canción, 
veinte años no son nada,
y veinte por cuatro ochenta
y siete más: nada, nada.
Y como reza aquel dicho,
hecho con hondas palabras,
te hará llorar quien te quiere.
¡Cuánto te queremos, mama!
Que te hemos hecho sufrir
es verdad como una casa,
aunque dentro nos doliera
ver en tus ojos las lágrimas.

Tantos años sin papá
te hieren en las entrañas;
entendemos el dolor
que también nos apuñala.
Su recuerdo inolvidable
–como el de otros que descansan–
llena la celebración.
Un año más… ¡Qué gozada!
Veintisiete de diciembre,
casi una inocentada.
Solo nos queda decir:
Hoy, mamá, ¡sonríe y canta!

Como complemento melódico para su cumpleaños, traigo una canción que siempre le ha gustado a mi madre, y que ella misma solía cantar.

‘‘Yo te diré’’, del film Los últimos de Filipinas

2 comentarios: