Este blog, Medicina y Melodía, que no está estructurado como bitácora, se ha ido nutriendo de artículos médicos (o médico-humanísticos) y musicales (o melódicos), junto a otros muchos de temática diversa (o intermedios). Además, hemos añadido entradas creativas, poéticas y narrativas. Y muchas entradas llevan anexos, algunos de los cuales podrían ser artículos independientes.
Como sitio web con contenido, el blog incluye imágenes, vídeos y audios. Tiene un solo autor, que bebe de diferentes fuentes y que a menudo actualiza o enriquece sus entradas. Es un espacio para comunicar, entretener y transmitir conocimiento. Y sirve como memorando o cuaderno de apuntes.
Sobre añadidos y aclaraciones, hemos ido haciendo las puntualizaciones pertinentes bajo la etiqueta “advertencias”.
Nuestro espacio bloguero se va acercando a los 15 años de vida (fue creado el 17 de enero de 2009), y a finales de 2016 creímos que no había más que decir y dimos una (incierta) despedida. Tras aquella crisis creativa regresamos con brios renovados. Pero ahora tenemos otra vez la sensación de que la inspiración y el ánimo vuelven a debilitarse, aunque todo es cuestión de voluntad.
Homeopatía: terapia basada en que «lo similar cura lo similar».
Hipocresía: hermana menor de la mentira.
La generala María Petrovna Pechonkina (o Pechonchija, según los campesinos), que
actúa hace ya diez años, en el campo de la homeopatía, recibe un martes de mayo a los
enfermos en su despacho. Ante ella, sobre la mesa, se encuentran un botiquín
homeopático, un libro de apuntes sobre enfermedades y las cuentas de la farmacopea
homeopática. De la pared, y encuadradas en marcos dorados y bajo cristal, penden las
cartas de cierto homeópata de Petersburgo, muy grande y célebre, según María
Petrovna. También se halla allí colgado el retrato del padre Aristarj, a quien la general
debe su salvación, es decir, la renunciación a la maligna alopatía y el conocimiento de la
verdad. En el recibimiento esperan sentados los pacientes. (...)
Chéjov, médico de profesión y maestro del relato corto, abordó todos los aspectos de la vida humana, y no podía olvidarse de la temática médica. Un ejemplo es este cuento, del que traemos los siguientes comentarios:
Este brevísimo cuento, en un primer plano parece alabar a la homeopatía; sin embargo, el autor, cuya profesión original era la medicina (alópata, naturalmente), por efecto reflejo nos invita a unirla con todas las otras terapéuticas que empeoran al enfermo y lo dejan sin dinero. Lo que convierte a esta anécdota antihomeopática en una obra de arte es su reflexión sobre la hipocresía humana.
....doña Petrovna se encontró con la realidad de la hipocresía humana, un veneno que cargamos todos. Hasta el más cordial está lleno de este letal dispositivo social que siempre usará en su beneficio.
La homeopatía es pseudociencia, una creencia presentada falsamente como ciencia. Y la hipocresía es un defecto humano, por lo que decir “hipocresía humana” es redundancia; pero suena de manera más plena.
Argot o jerga. Lenguaje especial entre personas de un mismo oficio o actividad.
En el lenguaje especializado médico existe un registro poco estudiado: se trata de la jerga, jerigonza o argot que utilizan estos profesionales en su comunicación diaria. En castellano se denominan indistintamente, de forma tal que, en la actualidad, los filólogos, gramáticos y lingüistas no han podido establecer aún los límites de cada término. Como toda jerga típica de una profesión, la médica está reservada solo a los médicos y al personal de la salud y, en este sentido, comparte con otras jergas las mismas características de lenguaje especializado. Debido a los aportes que esta hace a nuestra lengua, consideramos que un fenómeno comunicativo como este debería ser explorado mucho más.
Adscrito a la Generación del 27, Miguel Hernández (1910-1942) destacó por la hondura y autenticidad de sus versos, reflejo de su compromiso social y político. Aunque cronológicamente el autor debería pertenecer a la llamada promoción del 35, de la que formaron parte poetas como Luis Rosales o Leopoldo Panero, el estilo de su obra y su relación con los representantes de la Generación del 27 hacen que se le considere el miembro más joven de ella o el "genial epígono del grupo", en palabras de Dámaso Alonso. Su interés por la literatura lo llevó a profundizar en la obra de algunos clásicos, como Garcilaso de la Vega, Luis de Góngora o Calderón de la Barca, que posteriormente tuvieron una marcada influencia en sus versos y en sus primeras tentativas teatrales. También conoció la producción de autores como Rubén Darío o Antonio Machado. Participó en las tertulias literarias locales [en Orihuela, su ciudad natal] organizadas por su amigo Ramón Sijé, encuentros en los que se relacionó con la que luego fue su esposa e inspiradora de muchos de sus poemas, Josefina Manresa.
Su primera incursión literaria como joven poeta se fecha hacia 1925, y es fiel reflejo de su compromiso con la sencillez del mundo rural que le rodea, el monte, el paisaje, los animales, la huerta, los árboles…. Es una poesía colorista, recargada, en donde se aprecia la influencia de la obra de Góngora y de Rubén Darío.
A partir de 1930 comienza a publicar sus poesías en revistas como El Pueblo de Orihuela y El Día de Alicante. En la década de 1930 viaja a Madrid y colabora en distintas publicaciones, estableciendo relación con los poetas de la época.
La obra poética de M.H. abarca poco más de una década.
En ese tiempo, relativamente breve, se observa una intensa evolución en su quehacer poético que va desde una obra inicial vinculada a la tradición, enraizada en los clásicos, hasta una poesía personalísima, de intensa emoción humana. M.H. es un poeta “permeable”, que va adaptando a su fuerza creativa y a su originalidad diversas influencias literarias que acaban por determinar su personalidad y su estilo. En un primer momento, los clásicos, Góngora –el maestro de todos los poetas del 27–, Quevedo, Calderón y Garcilaso. Más tarde, Pablo Neruda y Vicente Aleixandre. Sus primeros versos son de gran sonoridad, de gusto romántico y modernista. Se aleja de la estética “purista” de Juan Ramón Jiménez y se acerca a la llamada poesía “impura”; después entra en la religiosidad y en el hermetismo, en el gusto por la metáfora elaborada y en “hipérbaton concentrador del pensamiento” (Cano Ballesta) buscando deslumbrar y las vanguardias. Entra en lo que Gerardo Diego llamaba “acertijos poéticos” [influencia de Ramón Gómez de la Serna]. Más tarde, busca una luz más amplia, acercándose al final a la poesía “comprometida” y revolucionaria, combativa, todo ello sin olvidar sus orígenes campestres y rurales.
Es recordado como un mártir perecido bajo la opresión del franquismo, pues sólo tenía 31 años de edad cuando murió debido a la tuberculosis en una cárcel de Alicante. Eso ocurrió tras ser arrestado y condenado a muerte (luego su pena fue conmutada a 30 años de prisión). Hernández tuvo una corta vida, pero dejó un vasto legado de obras renombradas, entre las cuales destacan Perito en lunas, El rayo que no cesa y El viento acecha.
*Poema perteneciente al poemario El rayo que no cesa, donde el rayo puede interpretarse de diferentes maneras, una de ellas como el poeta que no puede detener su creación poética, que no se agota. Pero la temática amorosa del poemario (donde también está incluida la Elegía), nos lleva también al significado de pasión amorosa. También se ha señalado el rayo como símbolo de la furia.
La música, arte de los sonidos, misteriosa forma del tiempo (Borges dixit*), provocadora de emoción y estimulante del espíritu, nos inspira algunos haikus.
Apuntes sobre la depresión o los trastornos depresivos:
1. Los trastornos depresivos se caracterizan por una tristeza de una intensidad o un duración suficiente como para interferir en la funcionalidad y, en ocasiones, por una disminución del interés o del placer despertado por las actividades [anhedonia]. Se desconoce la causa exacta, pero probablemente tiene que ver con la herencia, cambios en las concentraciones de neurotransmisores, una alteración en la función neuroendocrina y factores psicosociales. El diagnóstico se basa en la anamnesis. En el tratamiento se utilizan fármacos, psicoterapia o ambos y en ocasiones terapia electroconvulsiva. [Manual MSD]
2. La depresión propiamente dicha se considera Depresión mayor y el trastorno depresivo persistente, Distimia. Si no hay criterios de ninguno de estos dos trastornos, se considera trastorno depresivo no especificado.
3. Epidemiología. Se estima que el 5% de los adultos (4% entre los hombres y el 6% entre las mujeres) padece depresión, siendo las mujeres más afectadas. La sufren aprox. 280 millones de personas en el mundo. [OMS]
4. Etiología. Sin conocerse la causa exacta de los trastornos depresivos, se cree que contribuyen factores genéticos, neuroendocrinos y ambientales. Al respecto, se consideraban subtipos depresivos: depresión reactiva (exógena, situacional o trastorno adaptativo), depresión endógena (melancólica) y trastorno mixto ansioso-depresivo. Por otra parte, el duelo prolongado puede volverse incapacitante (duelo patológico), acabando en una depresión reactiva, en un trastorno adaptativo.
5. Diagnóstico (Dx). Síntomas depresivos presentes durante al menos dos semanas, en ausencia de síntomas maníacos o hipomaníacos y sin ser atribuible a sustancias psicoactivas (alcohol o drogas), trastorno endocrino, tratamiento farmacológico ni trastornos orgánicos: humor depresivo, pérdida de intereses o de capacidad de disfrute (anhedonia), pérdida de peso o disminución de apetito, alteraciones del sueño (insomnio o hipersomnia), agitación o enlentecimiento psicomotriz, fatiga o pérdida de vitalidad, sentimientos de inutilidad o culpa, disminución de la capacidad de concentración y pensamientos recurrentes de muerte o ideas suicidas.
6. Dx diferencial. Hay que hacerlo con la simple tristeza, la patología orgánica causante de síntomas depresivos (depresión secundaria) y el trastorno bipolar (alternancia de episodios hipomaníacos o depresivos y maníacos).
7. Tratamiento. Fármacos antidepresivos, psicoterapia e intervención sobre el medio. En pocos casos cabe recurrir a la terapia electroconvusiva.
8. Prevención. La depresión determina la vida del individuo y puede dañar su salud física, por eso es esencial prevenirla en la medida de lo posible, actuando en especial sobre los factores sociales (paro, violencia familiar...) que la pueden favorecer y mediante programas de prevención (intervenciones comunitarias).
El diagnóstico de depresión precisa concentración y tiempo por parte del profesional de la medicina. Se necesita una escucha activa, interpretar la anamnesis, descartar una posible patología orgánica causal y tomar una decisión terapéutica meditada. Es lo ideal, lo necesario, lo que marca la buena praxis médica. No estamos seguros de si el especialista en psiquiatría de la sanidad pública puede hacerlo en la calma. El médico de familia, en su práctica diaria, lo tiene muy difícil. Muchas veces el paciente ya viene diciendo que está deprimido y que necesita algo (un fármaco) o que quiere ir a un especialista (psiquiatra o psicólogo). Y casi otras tantas el galeno se deja llevar por la inercia y prescribe o deriva, asumiendo que es así como dice. ¡Cuántas veces no se tratan episodios de tristeza como depresiones! Es el tributo de una medicina apresurada en un contexto de masificación asistencial. ¡Deprimente!
AMBULATORIO. Establecimiento donde antes se prestaban los servicios de atención primaria y que ha cedido paso al moderno centro de salud. El cambio implica variación organizativa y no necesariamente nueva construcción; en ocasiones, a una vieja edificación se le impone la nueva denominación. (Relacionada: CENTRO DE SALUD)
La definición de «ambulatorio» de nuestro Léxico médico de la atención primaria nos sirve de comienzo para hablar de este clásico centro sanitario no hospitalario, es decir, que no alberga enfermos, sino que atiende a personas, con problemas de salud o no, ambulatoriamente, de forma ambulatoria.
Hoy en día, por centros sanitarios nos referimos a hospitales (con sus variantes: clínica, sanatorio) y centros de salud (con sus variantes: consultorio médico, dispensario, ambulatorio). Pues bien, la antigua denominación del centro de salud como ambulatorio sigue estando todavía en boca de mucha gente. Y no parece desacertada, por simple y certera, frente a la actual, compleja –tres palabras en vez de una sola– y cuestionable, porque en ellos se atienden problemas de salud y enfermedades, además de promocionar la salud y prevenir la enfermedad.
No es esta reflexión una defensa de lo antiguo frente a lo moderno, pero frente a todos sus inconvenientes cabe apuntar algunas bondades. Las consultas de los ambulatorios contaban con personal auxiliar («auxiliares de clínica»), que proporcionaban apoyo al galeno; el médico de cabecera (hoy médico de familia) no trabajaba en solitario. [Curiosamente, no había citas forzadas, ni conflictos, ni agobios.] Y hasta hace poco había ambulatorios llamados «centros de especialidades» donde especialistas hospitalarios consultaban ambulatoriamente (realizaban «consultas externas») y compartían edificio sanitario con médicos generales o de familia, existiendo interacción entre unos y otros, una interrelación profesional, una comunicación directa que facilitaba la resolución de problemas de pacientes y evitaba muchas derivaciones al hospital.
En fin, una divagación que a nada conduce, pero que nos entretiene.
U.M.M.G. (Upper Manhattan Medical Group) Billy Strayhorn & Duke Ellington
Luis de Góngora y Argote, príncipe de la luz y las tinieblas. Denostado e incomprendido durante siglos por oscuro y de compleja lectura, ocupa hoy un puesto de honor en el parnaso de la poesía española y universal. Los autores de la generación del 27 lo tuvieron por modelo y tomaron su nombre grupal de la famosa celebración del tricentenario de su muerte (1927).
Luis de Góngora (1561-1627)* escribió ingeniosas letrillas, hermosos romances y buenos sonetos, junto a otras formas poéticas, mostrando una vena satírica implacable. Pero unió al estilo ligero y humorístico otro, elegante y culto, que aparece en los sonetos dedicados al sepulcro de El Greco [Inscripción al sepulcro de Dominico Greco] o a la muerte de Rodrigo Calderón [En la muerte de Rodrigo Calderón]. En la Fábula de Píramo y Tisbe muestra la unión perfecta de ambos registros. Además, compuso los poemas extensos Soledades y la Fábula de Polifemo y Galatea, ambos de extraordinaria originalidad, temática y formal. Pero recibió críticas por sus metáforas extremadamente recargadas, a veces incluso «indecorosas» para el gusto de la época.
El estilo gongorino es muy personal en el uso de recursos estilísticos; una magnífica muestra del culteranismo barroco. Su lenguaje destaca por el uso del cultismo, léxico y sintáctico. La dificultad de su lectura se acentúa por la profusión de inusitadas hipérboles* barrocas, hiperbatones* y paralelismos*, así como por la musicalidad de las aliteraciones* y el léxico colorista y rebuscado. A la manera de Petrarca, gusta Góngora de correlaciones* y plurimembraciones*, no con equilibrio renacentista, sino con retorcimiento barroco. Sus perífrasis* y la vocación arquitectónica rematan una poesía de aspecto oscuro y original, extremado por las aportaciones simbólicas y mitológicas de procedencia grecolatina.
Su fama, enorme durante el Barroco, fue decayendo, hasta que en el siglo XX fue reivindicado por los poetas de la Generación del 27.
Aquel que tiene de escribir la llave,
con gracia y agudeza en tanto extremo,
que su igual en el orbe no se sabe,
es don Luis de Góngora, a quien temo
agraviar en mis cortas alabanzas,
aunque las suba al grado más supremo.
Miguel de Cervantes, Elogio a Góngora
POESÍA DE LUIS DE GÓNGORA
La obra poética de Góngora puede clasificarse atendiendo al metro utilizado en: 1. composiciones en metros cortos populares y 2. poemas en endecasílabos (sonetos, Polifemo, Soledades); una doble linea, popular (clara, fácil) y culta (oscura, difícil). Y según el plano del autor: poesía de carácter burlesco y poesía que busca la belleza absoluta; o, según Dámaso Alonso, ‘‘a un lado las producciones en las que todo es belleza en el mundo, virtud, riqueza, esplendor, y al otro, las gracias más chocarreras, las burlas menos piadosas y la fustigación de las miserias humanas’’. Pero su arte poético es limitado: asombra pero no conmueve, falto de calor humano. [García López, J.: Historia de la Literatura Española]
**El yo poético dice que, después de todo, pasado el tiempo, ya no es ni la sombra de lo que fue. Temática de la brevedad de la vida y del carpe diem. La vida es corta y hay que aprovechar la juventud, porque el tiempo pasa inexorablemente. (Flores: se refiere al marqués de Flores de Dávila.)
Ir en busca de la quietud es procurar el equilibrio del cuerpo y el espíritu, emprender el camino de la tranquilidad saludable, esforzarse en encontrar la calma deseada, dirigirse hacia el sosiego apetecido, perseguir la paz infinita.
El galeno que alcanza la edad reglamentaria de jubilación puede decidir prolongarla. Y el que se acaba de jubilar puede acceder a la petición de retorno a la vida profesional activa. Todo depende de las condiciones personales, físicas y psíquicas, y de las condiciones laborales.
En época de insuficiencia o falta de disponibilidad de recursos humanos, en particular de galenos, no son raras las llamadas de gerentes sanitarios a profesionales de la medicina, sobre todo médicos de familia, a punto de jubilarse o que se han jubilado recientemente.
—¿Te apetece continuar...?
—¿En qué condiciones?
—Me temo que en las mismas.
—Entonces mi respuesta es no.
—¿Te apetece volver?
—¿Con adaptación laboral a mi edad?
—Eso no está previsto.
—Pues seguiré sin hacer nada.
Hay miopía gestora o visión distorsionada.
Rebasada una edad, el médico de atención primaria que ha decidido prolongar su actividad laboral, o retornar a ella, podría encargarse de dar respuesta a los pacientes complejos que llegan al centro de salud sin cita, es decir, de urgencia. En especial a aquellos cuyo médico de familia se encuentra ausente o trabaja en otro turno; es decir, cuando no hay una relación de longitudinalidad. Ese médico veterano podría dedicar el tiempo necesario para atender a esos enfermos con patologías crónicas –a menudo múltiples– que se han agudizado, y aliviaría la carga de trabajo de los otros compañeros del equipo, que podrían centrarse en las personas que tienen asignadas en su agenda, habitualmente repleta. No se tomarían así decisiones precipitadas (prescripciones apresuradas, derivaciones por falta de tiempo); mejoraría la calidad asistencial, sería mayor la seguridad del paciente y disminuiría el gasto sanitario. No es difícil de ver, pero cuesta pensar.
El invierno (de Las cuatro estaciones), Antonio Vivaldi
***
Reflexión anexa
El médico veterano es un valor desperdiciado. Debería aprovecharse su experiencia, tanto para dar apoyo al equipo y aliviar su carga laboral (a menudo agobiante), en pos de la eficacia y la eficiencia asistencial, como por su conocimiento acumulado, muy útil para servir de consultor.
Defenderé siempre la Medicina y el Mundo Rural. A veces es duro, nada bucólico, pero ¿no es también hostil el medio urbano? Pese a la multitud, ¿no habita el olvido en muchas almas, no atormenta el silencio y la soledad en los corazones de las ciudades? En lo rural el olvido es Paz. –Dr. Andoni Mendoza
Una poética reflexión de un médico rural.
A pesar del olvido, es impagable esa paz –con mayúsculas– del mundo rural, hecha de calma y de silencio infinito, libre de la prisa y del ruido infernal de las ciudades.
Melodía (de Piezas líricas, Libro II), Edvard Grieg
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Donde se aprende a estimar y a ser útil a la humanidad es en el campo; en las ciudades se aprende a despreciarla. Jean-Jacques Rousseau
MUNDO RURAL Y MEDICINA RURAL
Hablar de mundo rural es referirse al medio rural (paisaje rural, zona rural), al campo, al espacio natural donde el ser humano habita, opuesto al espacio urbano. Y la medicina rural es la que se ejerce en el medio rural; una medicina que tiene su parte 'romántica', pero también su inconveniente: aislamiento, trabajo en solitario (circunstancia que también puede verse como factor a favor). Yo podría referir parte de mi experiencia profesional a modo de confesiones de un médico rural, y creo que ya he hecho algunas a lo largo de este blog.
Alegoría de la paciencia (c. 1552) Giorgio Vasari
La paciencia, rasgo de personalidad prudente, es virtud: fortaleza ante las contrariedades y adversidades, tolerancia respecto a lo diferente, adaptación a los cambios y superación del sufrimiento. La paciencia implica calma, tranquilidad, quietud; supone control del ánimo que impide la desesperación. Y es mi deseo esa apacible balsa del sosiego que conduce al bienestar.
PACIENTEMENTE
«Despacio voy, piano piano;
piano si arriva lontano»,
dice el sabio
que proyecta sin apuros
y paladea los días.
Él –o ella– piensa en calma,
sabiendo que es dañino
lo inmediato;
y despacio reflexiona,
y sopesa y planifica.
Paciente indaga en el área
oscura que en apariencia
es estéril;
y encuentra piedras preciosas
en lo que nada valía.
No importa el cuándo; la espera
de quien busca con prudencia
es virtud
si aprovecha la ocasión
sin ahogarse en la prisa.
Quisiera ser como el sabio
que obra de esta manera
portentosa;
así, en los nuevos proyectos
que emprendiese, triunfaría.
[2021, 27 abr]
Air de Suite n.º 3 de Johan Sebastian Bach
***
La paciencia es la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse.
La paciencia es el mejor remedio para todas las tribulaciones. (Plauto)
La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces. (Proverbio persa)
La paciencia es la más heroica de las virtudes, precisamente porque carece de toda apariencia de heroísmo. (Giacomo Leopardi)
Paciencia es paz y ciencia.
La paciencia es la madre de la ciencia.
Tened paciencia y tendréis ciencia. (Baltasar Gracián)
Con paciencia, los impacientes son vencidos y superados. (Ramon Llull)
La paz interior es imposible sin paciencia. La sabiduría requiere paciencia. El crecimiento espiritual implica el dominio de la paciencia. (Brian L. Weiss)
Hay un momento límite en el que la paciencia deja de ser una virtud. (Edmund Burke)
—Paciencia e impaciencia
La paciencia es virtud vencedora, y hace a los reyes poderosos y justos. La impaciencia es vicio del demonio, seminario de los más horribles, y artífice de los tiranos». (Quevedo)
La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte. (Immanuel Kant)