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Supuesto retrato de Garcilaso de la Vega |
Garcilaso de la Vega (h. 1501-1536) es uno de los grandes poetas españoles; poeta renacentista, nacido en Toledo, que llegó a ser llamado «el Petrarca español», fue ensalzado por Cervantes y admirado por Lope de Vega, que lo llamó «el dios mayor del Paranaso español». Se le considera, junto a Juan Boscán, poeta amigo y confidente que editó su obra tras su muerte, el introductor de la lírica italiana en España. Usó tanto la espada como la pluma. Ingresó en la corte del rey Carlos I y tomó parte en numerosas batallas militares y políticas. Participó en el sitio de Rodas (1522), en un intento de recuperar esta isla que estaba bajo control de los otomanos, con Solimán el Magnífico al frente; y aunque las tropas del rey perdieron la batalla, Garcilaso tuvo un doble golpe de fortuna: conoció ahí a Juan Boscán y fue condecorado por su valentía y nombrado caballero de la Orden de Santiago, con cuyo título sirvió al Duque de Alba, de quien también sería gran amigo, y gentilhombre de la Casa de Borgoña, que junto a la Casa de Castilla apoyaba a la corona. En 1530 Garcilaso se desplazó con Carlos I a Bolonia, donde el monarca fue coronado emperador, permaneció allí un año y por una cuestión poco clara (al parecer por ser testigo de la boda de un sobrino*, menor de edad, como la novia, prohibida por una cédula del emperador a petición de los padres de la desposada), fue desterrado a la isla de Schut**, en el Danubio, y después a Nápoles***, donde residió de manera gozosa. En 1536, durante el asalto a la fortaleza de Le Muy (Provenza) resultó mortalmente herido en combate, por lo que fue trasladado a Niza, donde acabó muriendo.
Hombre atractivo, de talante grave y melancólico (según su contemporáneo Francesillo de Zúñiga) y reconocido por la mujeres de las cortes (según el poeta Fernando de Herrera), se casó con Elena de Zúñiga y tuvo cinco hijos. Había tenido un hijo anterior, fuera del matrimonio, con Guiomar Carrillo, una mujer de Toledo. Y tuvo una relación platónica con una dama de origen portugués llamada Isabel Freyre, o acaso Beatriz de Sá (portuguesa también, mujer de su hermano, Pedro Laso de la Vega, comunero refugiado en Portugal), a quien llamaría Elisa en su versos de amor. Ambas mujeres murieron jóvenes y, al parecer, de parto.
La poesía de Garcilaso de la Vega es de gran musicalidad y de cuidadoso uso de la metáfora, con una temática centrada en el amor –principalmente–, la naturaleza y la mitología****. No trató temas patrióticos ni religiosos. En su lírica se encuentran unidas imágenes petrarquistas con otras algo más rudas de Ausiàs March; la influencia italiana es indudable, sobre todo de Petrarca, autor de Cancionero (en menor medida de Ludovico Ariosto, autor de Orlando furioso). Su obra es escasa, pero de gran calidad: una epístola (a Boscán), dos elegías (al Duque de Alba+ y a Boscán), tres églogas, cinco canciones (entre ellas Oda a la flor de Gnido, dama napolitana) y treinta y ocho sonetos, además de coplas y obra en latín.*****
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*Hijo de su hermano Pedro Laso de la Vega, uno de los jefes de los comuneros, por lo que se especula que pudo influir en su destierro.
**De esa isla en el Danubio habla Garcilaso en la Canción III.
Con un manso rüido
d’agua corriente y clara
cerca el Danubio una isla que pudiera
ser lugar escogido
para que descansara
quien, como estó yo agora, no estuviera...
***Además de llevar una vida placentera, fue testigo de los saqueos de los piratas de Barbarroja, de los que dio noticia en Barcelona por encargo del virrey de Nápoles.
****Fuente: Diccionario de Grandes Figuras Literarias (Espasa).
—La obra de Garcilaso es escasa pero de grandísima calidad:
una epístola, dos elegías, tres églogas, cinco canciones y 38 sonetos.
*****Al respecto: Hallazgo de dos odas en latín.
A Dafne ya los brazos le crecían (Soneto XIII) –mitología. Lectura AQUÍ
Canción III (Con un manso ruido)+ –naturaleza, río Danubio
Égloga I (El dulce lamentar de dos pastores)++ –amor, naturaleza
Égloga III (Aquella voluntad honesta y pura)++ –amor, naturaleza, mitología
Soneto I (Cuando me paro a contemplar mi estado)+++ –vida
Soneto V (Escrito está en mi alma vuestro gesto)+++ –amor
Soneto X (¡Oh Dulces prendas por mi mal halladas!)+++ –amor
Soneto XI (Hermosas ninfas, que en el río metidas)+++ –mitología
Soneto XXIX (Pasando el mar Leandro el animoso)+++ –amor, mitología
Soneto XXXVIII (Estoy continuo en lágrimas bañado)+++ –amor desesperado
+De las cinco maravillosas Canciones de Garcilaso se destacan estas tres.
—En la «Canción III», el poeta ensalza al río Danubio, recuerda la isla en la que sufrió destierro y expresa su desdicha. [v. inicio arriba]
Danubio, río divino,
que por fieras naciones
vas con tus claras ondas discurriendo,
pues no hay otro camino
por donde mis razones
vayan fuera d’aquí sino corriendo
por tus aguas y siendo
en ellas anegadas,
si en tierra tan ajena,
en la desierta arena,
d’alguno fueren a la fin halladas,
entiérrelas siquiera
porque su error s’acabe en tu ribera.
—En la «Canción IV» expresa con desesperación su amor a Isabel Freyre.
El aspereza de mis males quiero
que se muestre también en mis razones,
como ya en los efetos s’ha mostrado;
lloraré de mi mal las ocasiones,
sabrá el mundo la causa porque muero,
y moriré a lo menos confesado...
—En la «Canción V», Garcilaso usa una estrofa de cinco versos, tres heptasílabos y dos endecasílabos, con disposición ‘7a, 11B, 7a, 7b, 11B’; estrofa que por su verso inicial llevará el nombre de «lira», y que será usada para componer lo mejor de la lírica castellana: los poemas de Fray Luis de León y de San Juan de la Cruz.
Si de mi baja lira
tanto pudiese el son que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento...
–Lectura AQUÍ
–Gnido: barrio napolitano y antigua ciudad griega de Asia Menor; y la ‘‘flor de Gnido’’ es una dama napolitana.
++Las tres églogas son de lo mejor de la poesía de Garcilaso, y en ellas hay maravillosas descripciones de la naturaleza.
—La «Égloga I» refiere las lamentaciones de los pastores Salicio y Nemoroso, aquél por los desdenes de Galatea y éste por la muerte de su amada Elisa, en un marco natural que el poeta nos presenta vívidamente.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo
(...)
¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
cuando en aqueste valle al fresco viento
andábamos cogiendo tiernas flores,
que había de ver con largo apartamiento
venir el triste y solitario día
que diese amargo fin a mis amores?
[SALICIO: 70, NEMOROSO: 282-287]
(...)
¿...contigo mano a mano,
busquemos otro llano,
busquemos otros montes y otros ríos,
otros valles floridos y sombríos,
do descansar y siempre pueda verte
ante los ojos míos,
sin miedo y sobresalto de perderte?
[NEMOROSO: 401-408]
(...)
La sombra se veía
venir corriendo apriesa
ya por la falda espesa
del altísimo monte, y recordando
ambos como de sueño, y acabando
el fugitivo sol de luz escaso
su ganado llevando,
se fueron recogiendo paso a paso.
—La «Égloga III» describe el paisaje del Tajo, idealizándolo, y los tapices que tejen las ninfas en el río, representando los mitos de Orfeo y Eurídice y de Venus y Adonis, así como la muerte de Elisa, finalizando con los amores de los pastores Tirreno y Alcino por Flérida y Filis.
Movióla el sitio umbroso, el manso viento,
el suave olor de aquel florido suelo.
Las aves en el fresco apartamiento
vio descansar del trabajoso vuelo.
Secaba entonces el terreno aliento
el sol subido en la mitad del cielo.
En el silencio sólo se escuchaba
un susurro de abejas que sonaba.
Égloga III
+++En los Sonetos de Garcilaso el tema principal es el amoroso, como en la mayor parte de su poesía, pero también la vida y la mitología son temas de sus versos.
–v. Sonetos escogidos –CVC
—El «Soneto XIII» trata del mito de Apolo y Dafne: el dios Apolo persigue a la bella ninfa Dafne y ésta, rechazándolo, se metamorfosea en laurel.
A Dafne ya los brazos le crecían,
y en luengos ramos vueltos se mostraba;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el oro oscurecían.
—El «Soneto XXIX» trata del mito de Hero y Leandro: enamorado de Hero, sacerdotisa de Afrodita, Leandro va a su encuentro cada noche cruzando el estrecho del Helesponto (hoy Dardanelos, entre Europa y Asia) que los separa, guiado siempre por la lumbre que ella enciende en la torre donde vive, hasta que una noche de vendaval el fuego se apaga y él, desorientado, se ahoga.
Pasando el mar Leandro el animoso,
en amoroso fuego todo ardiendo,
esforzó el viento, y fuese embraveciendo
el agua con un ímpetu furioso.
Escrito está en mi alma vuestro gesto...
Cuando tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.
Soneto V
¡Oh dulces prendas, por mí mal halladas,
dulces y alegres cuando Dios quería,
juntas estáis en la memoria mía,
y con ella en mi muerte conjuradas!
¿Quién me dijera, cuando las pasadas
horas que en tanto bien por vos me vía,
que me habíais de ser en algún día
con tan grave dolor representadas?
Pues en una hora junto me llevastes
todo el bien que por términos me distes,
lleváme junto el mal que me dejastes;
si no, sospecharé que me pusistes
en tantos bienes, porque deseastes
verme morir entre memorias tristes.
Soneto X
–Lectura AQUÍ
En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto...
...coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Soneto XXIII
–Lectura AQUÍ
Estoy continuo en lágrimas bañado,
rompiendo el aire siempre con sospiros;
y más me duele el no osar deciros
que he llegado por vos a tal estado...
Soneto XXXVIII
Cuando me paro a contemplar mi estado
y a ver los pasos por dó me ha traído,
hallo, según por do anduve perdido,
que a mayor mal pudiera haber llegado;
mas cuando del camino estoy olvidado,
a tanto mal no sé por dó he venido:
sé que me acabo, y mas he yo sentido
ver acabar conmigo mi cuidado.
Yo acabaré, que me entregué sin arte
a quien sabrá perderme y acabarme,
si quisiere, y aun sabrá querello:
que pues mi voluntad puede matarme
la suya, que no es tanto de mi parte,
pudiendo, ¿qué hará sino hacello?
Soneto I
Soneto I: Cuando me paro a contemplar mi estado
***
Señor Boscán, quien tanto gusto tiene
de daros cuenta de los pensamientos,
hasta las cosas que no tienen nombre (...)
Mas el amor, de donde por ventura
nacen todas las cosas (...)
cuanto más generosa y alta parte
es el hacer el bien que el recebille;
así que amando me deleito, y hallo
que no es locura este deleite mio.
ANEXO GARCILASIANO
La muerte de Garcilaso fue lamentada en España, Portugal e Italia. Boscán lo lloró en algunas composiciones y Francisco Sa de Miranda, poeta portugués (también enamorado de Isabel Freyre), le dedicó su égloga Nemoroso. Su influencia poética llegó a San Juan de la Cruz, Lope de Vega y Góngora. De él dijo Dámaso Alonso: «De Italia le vino el metro y de Portugal la musa».Y Rafael Alberti, miembro de la Generación del 27, que rendía pleitesía a Góngora, dijo en un poema: Si Garcilaso volviera, / yo sería su escudero; / que buen caballero era.
Enlaces biográficos y poéticos
Garcilaso de la Vega –Wiki
Garcilaso de la Vega –Biografías y Vidas
Garcilaso de la Vega –AboutEspañol
Garcilaso y Petrarca –Seres Pensantes
A diferencia de Petrarca, Garcilaso sabe velar su dolor con gesto de elegante recato, ocultándose a veces en la figura de un pastor. El tono lacrimógeno de Petrarca lo evita con la expresión desbordada de su sentimiento y sufrimiento amoroso.
La poesía de Garcilaso de la Vega –Blog de lengua castellana y literatura
Juan Boscán: Soneto CXXIX [A Garcilaso]
Los tres amores de Garcilaso –La Tribuna de Toledo
—Fuente importante para esta entrada y otras sobre literatura española:
García López, José: Historia de la Literatura Española. Ed. Vicens-Vives.
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