sábado, 4 de mayo de 2019

El hombre y la naturaleza: el viejo y el mar

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Un hombre puede ser destruido pero no eliminado.
Ernest Hemingway
Es impresionante el valor y la audacia del protagonista, ese viejo pescador, sin nada que ganar o perder, que arriesga su vida en pos de un pez, sólo por el placer de la lucha, del enfrentamiento (algo también muy presente en la obra de Hemingway). 
La descripción de los tres días que el marinero permanece en alta mar, perdido, peleando con el animal y desafiando las fuerzas de la naturaleza, es de una épica muy poco común. E igualmente importante es ese desenlace, esa derrota última que la propia naturaleza le infringe, como si de un castigo divino se tratara.
Reseña literaria en solodelibrosEl viejo y el mar - Ernest Hemingway
Es el extracto de un crítico que no tiene en gran estima la obra del escritor, obsesionado con la lucha del hombre con la naturaleza. Por el contrario, en una crítica favorable podemos leer palabras de encomio:
Esta deslumbrante novela cuenta la historia de Santiago, un viejo pescador cubano, que después de ochenta y cuatro días sin haber logrado pescar ni un solo pez se hace a la mar empeñado en vencer su racha de mala suerte.
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El relato de Hemingway fue llevado al cine en varias ocasiones, filmándose la primera película en 1958 (The Old Man and the Sea), con Spencer Tracy como protagonista. La épica del viejo tratando de capturar un gran pez al final de su vida —quizás esplendorosa en el pasado, pero finalmente fracasada y dramática—, más por amor propio que por necesidad, podemos verla AQUÍ. Y aquí traemos una película de animación que recrea la obra literaria original.

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Sobre Ernest Hemingway (1899-1961)
Comenzó en el periodismo y se alistó como voluntario en la Primera Guerra Mundial, como conductor de ambulancias, donde fue herido de gravedad. También participó en la Guerra Civil Española y en la Segunda Guerra Mundial como corresponsal, experiencias que incorporó a sus relatos y novelas. Reconoció que su labor de periodista lo había influido incluso estéticamente, escribiendo frases directas, cortas y duras, y excluyendo todo lo que no fuera significativo. Entre sus primeros libros se encuentran relatos y poemas. Entre sus cuentos se encuentran Las nieves del Kilimanjaro. En algunas de sus mejores historias hay un elemento simbólico sobre el que gira el relato, como una metáfora que se desarrolla en el plano de la realidad. La mayor parte de su obra plantea a un héroe enfrentado a la muerte y que cumple una suerte de código de honor; de ahí que sean matones, toreros, boxeadores, soldados, cazadores y otros seres sometidos a presión. 

Tal vez su obra debe ser comprendida como una especie de romanticismo moderno, que aúna el sentido del honor, la acción, el amor, el escepticismo y la nostalgia como sus vectores principales. Sus relatos inauguran un nuevo «realismo» que transforma hacia una cotidianidad dura y a la vez poética. Uno de los personajes de Hemingway expresa: «El hombre puede ser destruido, pero no derrotado». Y uno de sus críticos corrobora: «Es un código que relaciona al hombre con la muerte, que le enseña cómo morir, ya que la vida es una tragedia...». A este tipo de héroe suele contraponer Hemingway una especie de antihéroe. Sus novelas tal vez sean más populares aunque menos perfectas estilísticamente que los cuentos. Sin embargo, Fiesta (1926) puede ser considerada una excepción; en ella se cuenta la historia de un grupo de norteamericanos y británicos, integrantes de la llamada «generación perdida», que vagan sin rumbo fijo por España y Francia. 

En 1929 publicó Adiós a las armas, historia sentimental y bélica que se desarrolla en Italia durante la guerra. En Tener y no tener (1937), condena las injusticias económicas y sociales. En 1940 publicó Por quién doblan las campanas, basada en la Guerra Civil española, un éxito de ventas que fue llevado a la pantalla. En 1952 dio a conocer El viejo y el mar, que tiene como protagonista a un modesto pescador de La Habana, donde vivió y escribió durante muchos años enfrentado a la naturaleza. Algunos críticos han visto en este texto la culminación de su obra, porque en él confluyen el humanismo y la economía artística; otros, sin embargo, opinan que éste no es el mejor Hemingway, por una cierta pretensión didáctica.

Hacia el final de una vida aventurera, cansado y enfermo, se suicidó como lo haría alguno de sus personajes, disparándose con una escopeta de caza. Para muchos, es uno de los escasos autores míticos de la literatura contemporánea.

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