El hombre es el único animal que se intoxica por propia voluntad.
Es sabido que en los movimientos sociales bien intencionados siempre hay algún aprovechado que los utiliza por interés económico; sucede en las artes, y en particular en la música urbana, y ha sucedido en la lucha por los derechos de la mujer. Y en este caso fue, cómo no, un hombre:
Bernays, el hombre que utilizó el feminismo para que las mujeres empezaran a fumar. El escritor y publicista austríaco fue uno de los grandes manipuladores del siglo XX en Estados Unidos.
Pero ¿quién era este personaje? Se trata de Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud, inventor de la teoría de la propaganda y las relaciones públicas, que utilizó ideas relacionadas con el inconsciente para la persuasión del «sí mismo» (self) en el ámbito publicitario masivo. [Extracto wikipédico]
Fácil es la manipulación. Fumar era de hombres y las mujeres se les podían igualar como nuevas fumadoras. Vaya engaño. Sucede con otros hábitos y con otras actividades, a las que se ha inducido a las mujeres en nombre de su liberación, haciéndolas caer en los mismos errores en que habían caído los hombres. Con todo, siempre hay tiempo para corregirlos... Y para no provocar controversias, no diremos más que una doble verdad: fumar es malo; dejar de fumar es bueno.
Cigarettes & Gin - Granvil Poynter
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