La pregunta capital del verdadero corruptor de menores: “Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?”. Rafael Sánchez Ferlosio.
[Microrrelato]
Abuelo y nieto jugaban al balón. De pronto, el niño de seis años retuvo la pelota y sorprendió al veterano experto en derecho procesal.
—¿Qué hace un abogado, abuelo?
Podría decirle que se dejase de zarandajas, pero su curiosidad merecía una respuesta adecuada.
—Un abogado ayuda a otras personas que no saben de leyes a salir de apuros —le respondió para seguir jugando.
Doblado por el dolor causado por una hernia de disco, ansiaba otro pase.
—¿Y cuánto ganan los abogados? —quiso saber el rapaz.
No tardó el viejo en contestarle:
—En general, lo suficiente para vivir con independencia.
Recién retirado, aún creía estar entre legajos, con una cartera de clientes, resolviendo pleitos, tratando de convencer con su oratoria a jueces y jurados. Observó al posible aspirante a letrado y añadió:
—¡Mucho menos que los futbolistas de primera!
Y el niño se quedó absorto contemplando el balón... Comenzaba a dudar.
[2016, mar.]
Dilemma - Nelly ft. Kell Rowland
***
Pasemos del Derecho a la Medicina. A la pregunta "¿Quieres ser médico de mayor?", parece que los niños, en general, no suelen tener en mente la profesión médica entre sus preferencias; aunque las chicas se decantan en mayor medida por profesiones relacionadas con la salud. Ellas manifiestan una mayor inclinación hacia actividades que implican altruismo y vocación de servicio; los chicos hacia las que aportan reconocimiento social, algo que la medicina ha ido perdiendo. Definitivamente, los tiempos han cambiado... y mucho.
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