El ejercicio de la medicina precisa de una personalidad resistente para no acabar desfalleciendo. El desempeño de una profesión que algunos ven como destino y combate, requiere fuerza, temple, bravura y clarividencia. Cualidades que es preciso lograr, aunque sea necesaria una invocación a los dioses.
El patriotismo, ese sentimiento de amor a la patria, al país, a la tierra natal o adoptiva a la que uno se siente ligado, parece bueno si no se lleva a extremos. Hay términos relacionados que nos pueden llevar a confusión, como chovinismo (patrioterismo) o nacionalismo; no entraremos aquí en detalles. Sobre el patriotismo han escrito diferentes pensadores, siendo muy crítica una sentencia de Bertrand Russell: «El patriotismo es la disposición de matar y dejarse matar por razones triviales». De diferente modo han hablado los escritores; Galdós escribió: «Por primera vez entonces percibí con completa claridad la idea de la patria... Me representé a mi país como una inmensa tierra poblada de gentes, todos fraternalmente unidos...». [Trafalgar, X]Y sobre el sentimiento patriótico han escrito los poetas de distinta manera, refiriéndose a una nación, a una parte de su territorio, a una ciudad o a un pueblo. A veces no lo muestran claramente, sino de de modo difuminado; algunos poetas expresan ambivalencia o insinúan su incómoda sensación de amor-odio; otros incluso declaran desapego, que no son de un lugar, sino de todas partes. De modo que el canto patriótico es muy variable.
El patriotismo es el huevo de donde nacen las guerras. Guy de Maupassant
El patriotismo es la virtud de los depravados. Oscar Wilde
El nacionalismo es un patriotismo exacerbado.
Nunca se tendrá un mundo tranquilo hasta que se extirpe el patriotismo en la raza humana. George Bernard Shaw
No reniego del patriotismo, pero primeramente soy un ser humano, y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano. Hermann Hesse
Obertura 1812, Tchaikovsky
Airiños, airiños aires,
airiños da miña terra;
airiños, airiños aires,
airiños, levaime a ela.
R. DE CASTRO
POEMAS SOBRE LA PATRIA, EL TERRUÑO, EL LUGAR DONDE SE HABITA, QUE SE QUIERE O QUE SE AÑORA [Poemas con la palabra patria]
—«Al Rey Óscar», de Rubén Darío, es un emocionante poema a Óscar II, rey de Suecia y de Noruega, simpatizante de España e interesado por la cultura española (tradujo incluso parte del cantar de gesta El Cid), que había venido a España para dar ánimos tras la guerra hispano-estadounidense que supuso el desastre de 1898.
—El verso «Descúbrese de aquí la noble España», de Los Lusíadas de Luís de Camoens, es el inicio de la estrofa XVII del Canto III de este gran poema épico.
Eis aqui se descobre a nobre Espanha,
como cabeça ali de Europa toda...
Descúbrese de aquí la noble España,
cual cabeza de Europa señalada...
—«Elogio de España» es una parte del Poema de Fernán González (h. 1255), anónimo, en el que se pondera la tierra española con todas sus bondades.
—«Oda al dos de mayo», de Bernardo López García, poema referido al Levantamiento del 2 de Mayo de 1808 en Madrid, contra la invasión francesa, durante la Guerra de la Independencia (Guerras Napoleónicas).
++Sentimiento patriótico o amor por tierras no españolas (naciones, continentes)
—«Gel», de Aurora Luque (1962): manera original de confesar la pasión por Grecia.
Cómo podría desintoxicarme.
Dependo de por vida
de una droga. De Grecia.
—Las Elegías de Tirteo (s. VII a. C.) tienen un mismo tema: son cantos de exhortación al combate, poesía patriótica. A diferencia de Homero, que exalta el valor individual, Tirteo habla del valor colectivo; la ciudad impone a sus ciudadanos obediencia y sacrificio civil por bien de la patria.
—«Son de negros en Cuba», de Federico García Lorca, tiene la curiosidad que dice «Iré a Santiago / con la rubia cabeza de Fonseca», refiriéndose a Santiago de Cuba y –leemos AQUÍ– a un tabaquero cubano de cabello rubio.
—En «Lo que dejé por ti», de Rafael Alberti, el poeta le pide a Roma, personificándola, que lo acoja en su exilio y le dé tanto como lo que dejó en España.
–Rafael Alberti se exilió tras la Guerra Civil Española, primero en Francia, después en Argentina y finalmente se instaló en Roma, Italia.
—«Rusia», de Ricardo Jaimes Freyre (1868-1963), es el canto a ese viejo e inmenso país, sufrido y gobernado por los zares, de campesinos dispuestos a rebelarse.
¡Enorme y santa Rusia, la tempestad te llama!
Ya agita tus nevados cabellos, y en tus venas
la sangre de Rucico, vieja y heroica inflama...
Desde el Neva hasta el Cáucaso con tu rugido llenas
las selvas milenarias, las estepas sombrías...
—Mujik, tu arado hiere; tu hoz, mujik, hiere y mata;
como la negra tierra los pechos abrirías;
tiñéranse en tus manos las hoces de escarlata...
–Ricardo Jaimes Freyre, historiador y diplomáticos, además de poeta, tuvo simpatía por el espíritu que animo la Revolución Rusa de 1917.
*Poemas de Rosalía de Castro sobre la tierra gallega. En uno muy conocido habla del abandono de la tierra, de la emigración: «Adiós ríos, adiós fontes». En «Airiños, airiños, aires» expresa la morriña por la tierra en la distancia, cuyo recuerdo trae el aire. «Cantarte hei, Galicia» (Te he de cantar, Galicia), es la última parte –IV– del poema introductorio de Cantares gallegos. En el impresionante poema ¡Calade! (¡Callad!), de Follas novas, Rosalía hace una defensa emocionante de su tierra y les pide prudencia a quienes viviendo en lugares más soleados no la entienden y hablan mal de ella: les dice que se callen, como callan los gallegos no entendiendo la de ellos. En «Mi tierra» la describe risueña, fecunda y hermosa, surcada de arroyos, henchida de aromas. En «¡Terra a nosa!» (¡Tierra la nuestra!), en ocho partes, canta las glorias de una tierra única, y de este poema reproducimos unos fragmentos.
VI
¡Sí, sí! Dios fixo esta encantada terra
pra vivir e gozar;
pequeno paraíso, este é un remedo
do que perdéu Adán.
VIII
¡Qué hermosa te dou Dios, terra querida,
desdichada beldá!
¡Qué brando e melancólico sosego
sinto ó te contemprar!
**Dos poemas de Antonio Machado que tienen como destinatario a Azorín. El primero, «Al maestro Azorín por su libro Castilla», es un poema que retrata la venta de Cidones (Soria) y del paisaje soriano, así como a los venteros (un matrimonio anciano) y a un personaje vestido de luto, que podría ser el mismo poeta o el escritor al que va dedicado.
Cuando el correo llegue, que el caballero aguarda,
Y «Desde mi rincón. Al libro Castilla del maestro Azorín», surgió por un una celebración. Juan Ramón Jiménez invitó a Machado al homenaje que le iban a tributar a Azorín en Aranjuez, pero estaba en Baeza como profesor de francés y no podía asistir. Y como contribución al homenaje de Azorín le envió este poema a Juan Ramón, quien lo leyó el día señalado.
—«Almería», de Francisco Villaespesa (1877-1936): soneto en el que el poeta expresa el sentimiento por la capital de su provincia natal, que al parecer ha cambiado con el paso del tiempo, por una pena no confesada.
—«Bilbao song», de José Agustín Goytisolo, no tiene nada que ver, salvo por el título, con la canción Bilbao song de Bertolt Brecht y Kurt Weil.
—«Ciudad extraña, hermosa y fea a un tiempo», de Rosalía de Castro, es el sentir ambivalente de la poeta sobre Santiago de Compostela, su ciudad natal.
—«En Ávila, mis ojos»: Brevísimo poema de gran intensidad poética.
En Ávila, mis ojos,
dentro en Ávila.
En Ávila del Río
mataron a mi amigo,
dentro en Ávila.
—En «Poema a Zamora», de Claudio Rodríguez, el poeta dice que esa es la ciudad que lleva en el alma, como cada uno lleva consigo su lugar de nacimiento, sea aldea, pueblo o ciudad.
Todos llevamos una ciudad dentro,
ciudad que nos alienta y nos acusa,
La ciudad del alma.
—En «Salamanca» (Mi Salamanca) y «Salamanca, Salamanca», Unamuno expresa poéticamente su unión con la ciudad de Salamanca.
...bosque de piedras que arrancó la historia
a las entrañas de la tierra madre,
remanso de quietud, yo te bendigo,
¡mi Salamanca!
(...)
De entre tus piedras seculares, tumba
de remembranzas del ayer glorioso,
de entre tus piedras recogió mi espíritu
fe, paz y fuerza.
(...)
Oh, Salamanca, entre tus piedras de oro
aprendieron a amar los estudiantes...
Salamanca, Salamanca,
renaciente maravilla,
académica palanca
de mi visión de Castilla.
–Dijo Unamuno de Salamanca: «Ver la ciudad como poso del cielo en la tierra de las aguas del Tormes es una fiesta para los ojos y para el espíritu».
—«Soria fría, Soria pura», de Antonio Machado, es la parte VI del poema «Campos de Soria» (la VII en su primera edición, con un inicio diferente que reproducimos entre corchetes), una de las pocas descripciones machadianas, poéticas, de la ciudad de Soria, como señalan AQUÍ.
¡Soria fría, Soria pura,
cabeza de Extremadura...!
(...)
Soria, ciudad castellana
¡tan bella! bajo la luna.
[Soria mística y guerrera
de vieja estirpe cristiana,
fue hacia Aragón barbacana
de Castilla en la frontera.]
–Soria pura, cabeza de Extremadura: lema del Escudo de Soria; ‘Soria pura’ por noble y ‘cabeza de Extremadura’ por ser cabeza de tierras de frontera reconquistadas a los moros en época medieval (no al parecer por la importancia de la del partido en la trashumancia desde Soria hacia Extremadura).
—«Toledo», de José Zorrilla, trata de la decadencia de esta ciudad histórica, la misma que ensalzó Cervantes en Los trabajos de Persiles y Sigismunda («Oh, peñascosa pesadumbre, gloria de España y luz de sus ciudades»).
Negra, ruinosa, sola y olvidada...
(...)
Hubo unos días de gloria,
vanos recuerdos de ayer:
apenas hoy de esa historia
nos queda un Zocodover...
++Ciudades no españolas, extranjeras.
—«Al monte donde fue Cartago», de Gutierre de Cetina, se refiere a la ciudad del norte de África que fue destruida por Escipión Emiliano, militar y político de la República Romana, en la tercera guerra púnica (s. II a. C.).
—«Veredas de Buenos Aires», de Julio Cortázar, comienza así: «De pibes las llamamos "la vedera"», que es acera en lunfardo); y habla de tamangos (zapatos). De este poema lunfardo nació un tango.
+++Ciudades indeterminadas o inexistentes.
—Con «Ciudad de ceniza», Álvaro Valverde (1959) puede referirse a una ciudad cualquiera, anodina, comparable a otras semejantes.
Una ciudad es todas las ciudades.
Cruzas el mismo andén, las avenidas
iguales y lejanas, tan inhóspitas
como esos edificios que proyectan
su luz vítrea y opaca en el asfalto.
—«Ser de Sansueña», de Luis Cernuda, es un poema de desarraigo.
–¿Sansueña?: «Sansueña es el nombre de una ciudad mítico-legendaria de la España del interior, que se nombra en los romances del ciclo carolingio para denominar, simbólicamente, la “España perdida” bajo el poder musulmán».
En este inacabable tiempo pandémico, nos habla el doctor Salvador Casado de una Atención primaria de transición, haciendo un análisis —que nos parece certero— de los problemas y proponiendo algunas soluciones. Veamos.
Podríamos resumir los problemas:
–Atención primaria sobrecalentada. No habiendo mejora ni con la pandemia, surge una vez más la dicotomía entre sistema sanitario de barra libre o de calidad.
–Insensibilidad político-gestora. La incapacidad y la mentira también toman parte.
El nivel político y de gestión sanitaria es el que es y, como ha quedado claro, tiene poca capacidad y humanidad tras dejar que sus profesionales ardan como pavesas... Bueno, promesas ha habido..., pero como tantas otras ya están en la papelera.
–Salud mental de médicos dañada. No es extraño con una presión asistencial insoportable, que depende del número de pacientes que un médico atiende al día.
Cualquier gestor sanitario conoce este número. Sabe que puede ser óptimo, subóptimo, sobrecargado e inadmisible... Y, por último, sabe que puede hacer bien poco para mejorarlo.
Esto nos lleva a una reflexión trascendente. Los gestores saben del nivel de sobrecarga y del número de pacientes inadmisible. Saben también de la conveniencia de un número óptimo o razonable, pero... —aquí la afirmación la hacemos interrogante— ¿poco o nada pueden hacer para mejorarlo? Si no actúan es por la insensibilidad referida y/o por incompetencia.
–Organización sanitaria que ahoga a sus médicos. Sumada al sobrecalentamiento actual, acarrea un extremo sufrimiento profesional, que, por supuesto, tiene que repercutir negativamente en la asistencia. Además, la rigidez del sistema ahoga a sus médicos en diferente medida, lo cual condiciona cambios de destino, en busca de plazas más "desahogadas" y en perjuicio de algunas zonas territoriales.
Y las soluciones podemos concretarlas en:
–Cambio organizativo y de comunicación. Algo repetido o reiterado en diferentes foros, desde organizaciones profesionales, en la voz del propio doctor Casado, e incluso en este blog, hasta la saciedad. Se han hecho razonables propuestas de mejora que no han hallado eco o se han ido, ¡ay!, a la papelera.
Conclusión:
Hacer una predicción sobre el futuro de la Atención Primaria es aventurado. Aquí ya hicimos una reflexión hace unos meses: "La futura Atención Primaria". Y no tenemos claro si estamos ante una A.P. de transición o de conclusión (esperemos que no de desaparición). Habremos de pensar positivamente...
Rondó «alla turca» (Marcha turca) – Mozart
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Atención primaria: resurgir o desaparecer
«¿Resurgiremos o desapareceremos?» es el título de una entrada del doctor Vicente Baos, en su blog El Supositorio, que resume y comenta el artículo Para que no todo se desmorone: política y pedagogía, del doctor Pablo Simón, que hace una defensa de la atención primaria como parte de la sociedad y especialmente de lo público, propugnando ir más allá de lo organizativo para evitar su desmoronamiento, a través de un cierto adoctrinamiento entendido como pedagogía. Es una particular visión ideológica, anticapitalista y utópica, que será compartida por unos y rechazada por otros.
Era galeno honesto de justas pretensiones, las de curar a veces y aliviar a menudo, no olvidando jamás su objetivo más crudo: ayudar a morir siempre sin distinciones.
Era médico apto para sanas misiones,
bien formado y prudente –humanista sesudo–.
Mas al ser hombre crítico, que no acepta el embudo,
sollozaba en silencio por sus limitaciones.
Aspirando ese Hipócrates a tomar su destino, era tal la pasión por la gran disciplina que asumió la dureza de su largo camino.
Y si no procedía ni una simple aspirina, prescribía el doctor sus consejos con tino. ¡Buen cirujano y clínico que amó la Medicina!
La Barcarola es una pieza que puede ser tanto vocal como instrumental, dulce y tranquila, compuesta en compás de 6/8, casi siempre en tempo moderato y cuya característica más obvia es la que representa su música: simular y evocar las canciones y los movimientos de los gondoleros venecianos.
No estamos en Venecia, pero valga esta melódica y arrulladora pieza para sonorizar el 12º aniversario de este blog médico-melódico. En efecto, el tiempo vuela. Sí, ya van 12 años desde aquella tímida presentación en 2009.
Y aunque no debemos olvidar la formidable barcarola de Chopin, ni tampoco Junio "Barcarolla" de Las estaciones de Tchaikovsky, hoy traemos aquí la conocidísima de Los cuentos de Hoffmann, ópera de Jacques Offenbach. Primero en una versión orquestal y después una interpretación vocal en concierto.
Después de más de nueve meses de pandemia coronavírica, se habla de «ola de mala salud mental». Si antes de esta crisis sanitaria las condiciones laborales ya eran estresantes, por una presión asistencial muy elevada, los nuevos factores situacionales provocan una mayor sobrecarga mental.
A continuación, extraemos algunas claves. Nada que no se supiera.
–Depresión, ansiedad, ataques de pánico, estrés postraumático y abuso de alcohol u otras drogas son los trastornos más comunes entre el personal sanitario a causa de la primera ola de la pandemia.
–La Organización Mundial de la Salud alerta de la llamada «fatiga pandémica»: hartazgo y desmotivación, agotamiento por la hipervigilancia y el estrés que supone la pandemia. Y lo más grave es el riesgo de suicidio.
–España está en la banda alta de prevalencia, probablemente ser un país con alta exposición y falta de preparación. Los profesionales ya arrastraban desde hacía años su hartazgo, por una carga de trabajo muy elevada.
–En 2012, en época de recortes, 8 de cada 10 profesionales se encontraban estresados y la mitad, quemados. En 2017, la situación había empeorado. Y en 2020, no digamos.
Los médicos soportan la sobrecarga emocional, porque viven como un fracaso en su profesión estar afectados y no poder ayudar a su población.
Pero todo tiene un límite.
Y nosotros creemos que más que terapia procede aquí la prevención. Porque no es tratamiento farmacológico lo que los sanitarios necesitan, sino el abordaje de los factores condicionantes que los ahogan.